Aterrizaje forzoso

Nos estamos quedando sin combustible. Estamos buscando un planeta en el que aterrizar. Nos hemos acercado a nuestro sistema solar de nacimiento ya que, según nos han informado, hay un planeta con vida inteligente en el que podremos abastecernos.

Procedemos a la entrada en la atmósfera del planeta Tierra. Dos extrañas naves a motor han comenzado a seguirnos. Creía que la propulsión a motor había sido prohibida en esta galaxia. Estos terrícolas tienen una forma muy extraña de celebrar nuestra llegada: Nos han lanzado unos extraños proyectiles que explotan cuando chocan contra nuestro escudo. Dice el operador que no son salvas de bienvenida, sino que intentan abatirnos. Uno de esos proyectiles ha averiado varios sistemas de navegación y el impulsor de energía.

Tras unas pocas maniobras he conseguido despistarlos. Hemos accedido a las redes de información de este planeta. Parece ser que el ambiente hostil pertenece a un país compuesto por muchos países juntos y que usan el original nombre de Estados Unidos. No es que tengan mucha imaginación estos terrícolas.

Vamos a aterrizar a las fueras de Madrid, en España. Dicen que este país es pacífico y tranquilo pero no nos vamos a arriesgar a otro encuentro hostil así que he activado el sistema de camuflaje. El problema es que el aterrizaje no va a ser precisamente suave. Fallan muchos de los sistemas de navegación. Si no nos estrellamos va a faltar poco.

Hemos conseguido estrellarnos aterrizar gracias a mi experiencia en estas lides. Hemos hecho un buen agujero en el suelo y después construiremos un bunker alrededor para no ser detectados. Dentro de un par de horas nada ni nadie podrá saber que estamos aquí.